Las infernales colas que se hacen desde la madrugada, en las inmediaciones de la iglesia de nuestra urbanización, debido a la gran la cantidad de habitantes que existen sin movilidad propia, más los visitantes de las urbanizaciones cercanas, que aprovechan la "hospitalidad" del casarapeño, convierten las primeras horas de la mañana en momentos de desesperación, rabia e impotencia, que desembocan lamentablemente en conatos de batallas campales, por la falta de una ordenanza interna a la hora de abordar las unidades de transporte público, que hacen vida en Nueva Casarapa. Unidades, por cierto, cada vez más disminuidas y deterioradas.
Esta situación amenazan muchas veces con desbordarse y poner en peligro la seguridad de los casarapeños. Algunos vecinos comentaron a este servidor, que las unidades de transporte han ido desapareciendo gradualmente y se sabe que hay una alta deserción entre estas, porque al parecer se inclinan más por trabajar entre Guarenas y Guatire que ir hasta Caracas.

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